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Productivas "vacaciones" de verano en Honduras

Estudiantes de esa nación que cursan en Cuba la carrera de Medicina decidieron compartir con pobladores de apartadas comunidades en los sectores de Colinas, La Lima y El Progreso

Héctor R. CASTILLO TOLEDO(hectorrc@enet.cu)/ Foto: Tomada del diario La Prensa(19/08/2008) 12:27 p.m.

Están de vacaciones en su país pero decidieron no sólo compartir con la familia, de la que se mantuvieron lejos en los últimos meses. Y es que a estos muchachos hondureños les ha picado ya tan hondo el "bichito" por la Medicina y el ejercicio de la salud comunitaria, que varios grupos han decidido recorrer los municipios de la amada tierra catracha para tener nociones de primera mano de cómo anda la sanidad en las zonas más intrincadas.El panorama que han encontrado no les ha sorprendido. Desde que se vinieron a estudiar a la Isla poco o casi nada ha cambiado, salvo en aquellos sitios donde realizan su humana misión los miembros de la brigada médica cubana, o en otros como Ciriboya, allí entusiastas como el Dr. Luther Castillo, graduado de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), regresó a su comunidad garífuna y fundó con su esfuerzo y la ayuda de otras organizaciones una clínica.Esta nueva hornada de futuros galenos recorre intrincados parajes de la geografía hondureña desde hace varias semanas. Se les ha visto por el municipio Colinas, también por los sectores de La Lima y El Progreso. Tratan de ayudar a combatir el dengue, una enfermedad trasmitida por el mosquito Aedes aegypti que en varias localidades se ha hecho ya endémica.No es un requisito de la carrera. Bastó que aquí los profesores sugirieran hacer esa labor de campo para que la asumieran como una obligación moral en la que, a la vez de ejercitar los conocimientos, ayudan a sus compatriotas a comprender la magnitud de esa epidemia, que en su versión hemorrágica puede incluso llegar a causar la muerte. En este contacto directo con su gente los grupos de estudiantes hondureños han podido corroborar el estado de pobreza general en la que viven muchos de sus compatriotas a los que la ignorancia también les arrebata la salud.Uno de ellos, Oswaldo Mauricio Letona, de tercer año, fue entrevistado para el diario La Prensa, a cuya reportera Tatiana Paz declaró: "El objetivo del trabajo es orientar a la población, detectar las debilidades y al final brindarles atención médica. Estas jornadas son normales en Cuba y ya que estamos de vacaciones en nuestro país decidimos hacerlo".El reportaje publicado el pasado 16 de agosto acota:"Las familias se sorprendieron al ver a los jóvenes llegar a sus casas. Uno de los puntos fundamentales de los futuros médicos fue orientar sobre la prevención del dengue. En la comunidad de Loma Larga descubrieron que esta enfermedad es común y la población ya le perdió el miedo porque afortunadamente sólo los ha atacado el dengue clásico y no el hemorrágico."A mí me ha dado cinco veces. Ya no me hace el dengue", le respondió don Adolfo Mejía de 70 años a Oswaldo. Don Adolfo tiene una pequeña de 11 meses con su esposa Bertha de 39, quien tiene cinco meses de embarazo."Oswaldo les hizo hincapié en la planificación familiar y en el cuidado que deben tener para que sus pequeños crezcan sanos. 'Es triste ver que muchas personas nunca han visitado un médico. Por eso nuestra labor es más preventiva', agregó Oswaldo".Lee uno estas cosas y se percata de que el esfuerzo no es en vano. En el alma de esos muchachos picados por el "bichito" de la Medicina ha calado, y hondo, el profundo sentido humanista de una profesión consagrada por entero al servicio de los más necesitados. A eso les han enseñado acá. Y parece que la lección fue bien aprendida.